seguro de salud para mi mascota

¿Por qué tener un seguro de salud para mi mascota?

Antes de explicar por qué nos conviene tener un seguro de salud para nuestras mascotas, les voy a contar la historia de dos mascotas, ambos son gatos. Uno se llama Milton y el otro se llama Peluso. Ambos gatos viven en hogares familiares de clase media, compuesto por personas muy trabajadoras y que quieren mucho a sus gatos. El estilo de vida de Milton y Peluso es inversamente proporcional; me explico, Milton es un gato macho que no está castrado, los dueños quieren que él disfrute su vida al máximo y corra riesgos –aunque ellos no parecen estar al tanto de todos los riesgos- De modo que Milton, en apariencia, es un gato fuerte y saludable que tiene el control de todo el sector a la redonda de su hogar, impartiendo maullidos y zarpazos a los intrusos, y teniendo bajo su control un harem de gatas que cada 4 meses están cuidando de sus vástagos. Para Milton la vida es buena. Después de las arduas noches de trabajo, llega durante las mañanas, saluda a sus familiares y recibe mimos y alimento.

Por otro lado, tenemos a Peluso, es otro gato macho, cuyos dueños decidieron castrarlo a temprana edad para evitarle las complicaciones que alberga la calle. Quieren evitar que Peluso tenga conflictos, salga herido, se enferme, entre otras eventualidades. Peluso vive en un cómodo apartamento en un cuarto piso, come alimento para gatos, tiene algunos juguetes para su entretenimiento, una linda vista hacia el parque y de vez en cuando se le ha visto cazando gorriones en el balcón. Peluso no conoce otra vida, y está muy contento con la que tiene.

Como cualquier otro día en la vida de Milton, una de sus riñas territoriales sale peor de lo esperado y sufre heridas que se infectan, éste se alberga en su hogar, escondido incluso de sus cuidadores hasta que la situación de salud escala en intensidad. Sus familiares lo han estado buscando durante dos días, pero no habían notado que él se había escondido en el techo, debajo de un equipo de aire acondicionado. Para el momento en que lo encuentran esta super deteriorado y apenas con fuerzas para maullar. Milton es rápidamente llevado a su veterinario.

La vida de Peluso ha seguido sin contratiempos evidentes, juega con su pelota laser, tiene un ratoncito con pilas, su caja de área es techada, y particularmente, hoy está recibiendo la visita inesperada de unos ruidosos pericos verdes, que se han asomado en el balcón. Los pericos se han pasado la mañana mirando a Peluso de reojo y gritando, parecieran burlarse de su ligero sobrepeso, piensa Peluso, y él no piensa dejar las cosas así. Peluso se escabulle por debajo de los muebles del balcón y acecha a sus verdes visitantes mientras acomoda su ágil cuerpo en la posición perfecta para terminar la charada en un solo salto. Pero hay un problema, Peluso no ha practicado mucho este salto, y su balcón no tiene protección. El salto mesurado para terminar en los hierros termina en el aire, para los pericos no hay problema, pues con el espanto alzan el vuelo, pero para Peluso, son cinco plantas hacia abajo, hasta los parqueos. Demás está decir que ese día Peluso aprendió a planear, también descubrió un extraño escozor en una de sus patas que le impide apoyarla. Pasado el susto, se arrastró hasta la jardinera más cercana y empezó a maullar desesperadamente. El señor que vigila los parqueos lo rescata y llama a sus familiares. Peluso es llevado al veterinario.

Como podemos apreciar en las historias anteriores, no importa mucho el estilo de vida que tengas tú y tus mascotas. Siempre existirán riesgos que se pueden materializar en accidentes o eventos desafortunados. Provocando que tengas visitas no planificadas al veterinario, por ejemplo, e incurras en gastos que no fueron presupuestados. En algunas ocasiones, debido a estos factores económicos, muchas personas no tienen la libertad de hacer por sus queridas mascotas, todos los procedimientos de diagnóstico o terapéuticos que ellas necesitan para alcanzar el bienestar lo más pronto posible, esto alarga el tiempo de convalecencia e incluso los gastos económicos a largo plazo. Por este motivo, recomiendo que evalúes la decisión de tener un seguro de salud para tu mascota, con un plan cuyos costos-beneficios te sean satisfactorios. Al final del día, por más cuidado que tengamos, hasta botando la basura nos podemos torcer un tobillo.

En el caso de Milton, tuvo que permanecer hospitalizado durante una semana, recibiendo antibióticos, analgésicos y fluidos. Él había recibido sus vacunas anteriormente por lo que no se vio infectado con ningún virus. Peluso por su parte, sufrió una fractura del antebrazo, tuvo que ser operado y duro 30 días de convalecencia en su hogar hasta que pudiera caminar con cierta normalidad. Ninguno tenía seguro de salud, y sus familiares desearon haberlo obtenido antes.

 

Fuente: VetMo Clínica Veterinaria | https://vetmord.com/

Av. Winston Churchill esq. Max Henríquez Ureña, Ens. Evaristo Morales

Servicio al cliente

Servicio al cliente

+1 809-985-4527